Con el NO terminamos ganando todos
Publicado 05/10/2016
http://www.eldiario.com.co/seccion/OPINION/con-el-no-terminamos-ganando-todos1610.html
James Cifuentes Maldonado
El país no sale del desconcierto por los resultados del plebiscito, con el cual se pretendía refrendar los acuerdos entre el Gobierno y las Farc; casi nadie pudo prever un desenlace como el que tuvimos; incluso los más sorprendidos fueron los mismos promotores del NO, que tardaron en reaccionar.
Hago mi propia catarsis reconociendo que yo fui uno de los derrotados, junto con los más de seis millones de colombianos que le apostamos ciegamente al SI y que hoy cargamos esta amargura y esta incertidumbre.
Hasta el sábado pasado creíamos que el acuerdo de paz estaba del otro lado, y los hechos nos han mostrado que la cosa era más compleja y que estábamos “ensillando sin traer las bestias”.
Las encuestadoras justifican su descuadre diciendo que hubo un “voto oculto”, que no se detectó en los sondeos, porque muchas personas sintieron que no era políticamente correcto admitir su inclinación por el NO, máxime cuando ello se estaba equiparando a estar en contra de la paz, lo que les convertía en objeto de reproche y matoneo.
Las salidas en falso del Presidente y el perdón “ofrecido” por guerrilla, que no sonó sincero, hicieron sentir a muchos que lo negociado era una imposición; la afirmación de que si los acuerdos no eran validados, arreciaría la guerra, se tomó como una presión, que por suerte no coincidió con lo que hoy estamos viendo, cuando las mismas Farc ratifican que se mantienen en lo pactado y el Centro Democrático está a punto de ocupar un lugar en una mesa nacional para la renegociación.
Los entusiastas de la paz nos equivocamos al pensar con el deseo; sabíamos que había división en la opinión pública pero no que era tanta, como nos lo mostraron las urnas; confiamos en las encuestas y dimos por hecho, como lo hizo el Gobierno, que ya todo se reduciría al trámite del paquete de leyes (fast track) con el que se implementaría lo acordado en La Habana.
Para el SI no era suficiente ganar, había que hacerlo abrumadoramente y perder no estaba en los planes; Pero “del ahogado el sombrero”; en el empate técnico que finalmente se presentó ha sido muy afortunado que la ventaja haya sido del NO; preferible a que hubiera sido del SI por unos márgenes tan estrechos, lo cual nos hubiera dejado en una situación explosiva, ahí sí como la de Venezuela. Paradójicamente con el NO ganamos todos, porque se generaron las condiciones para el verdadero consenso.
La responsabilidad hoy es del uribismo y de los sectores que se sentían excluidos pero que ya están metidos en la conversación; ojalá asuman su rol coherentemente y le entreguen al país la paz que dicen defender, esa perfecta y libre de impunidad, en lugar de la imperfecta pero realista que el SI no pudo. Llegó la hora de la grandeza, porque igualmente le corresponde a las Farc demostrar hasta dónde llegan su verbo y su voluntad.
No era verdad, no cesó la horrible noche; para el amanecer falta bastante.
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