sábado, 22 de julio de 2017

¿Cómo medir la educación?

¿Cómo medir la educación?

 6/12/16
http://www.eldiario.com.co/seccion/OPINION/c-mo-medir-la-educaci-n-1612.html




Por James Cifuentes Maldonado


A propósito de las pruebas PISA, en las cuales Colombia reporta una leve mejoría, estimo que la educación va bien en términos de cobertura, con muchas alternativas, en un mercado con gran oferta pública y privada, pero que no se traduce en calidad, además que los mecanismos de evaluación no permiten asegurar la promoción de los mejores estudiantes.

La educación no solamente responde a la industrialización sino que ella misma se ha industrializado, con la implantación de modelos orientados más a la economía de escala y la rentabilidad que al objetivo de la formación.

En Colombia hay instituciones educativas francamente malas, pero los estudiantes no están conscientes de esa situación, no les interesa exigir, porque están acomodados al precario sistema evaluativo y solo buscan el cartón; les han hecho creer que la responsabilidad es solo de ellos y no de las directivas y que su éxito dependerá de si ganan o pierden una evaluación.

Los planteles privados pugnan por situarse en la cabeza del ranking, se acreditan para cumplir los estándares y los protocolos que exige el sistema, pero en esa carrera no se preguntan si están logrando el objetivo de formar buenos profesionales. Ello es así, entre otras cosas, porque el sistema de promoción premia la retentiva más que el raciocinio lógico y más que el talento artístico y la creatividad; no indica si el estudiante tiene habilidades, ni permite concluir si realmente aprendió o simplemente memorizó datos, definiciones y fórmulas para satisfacer  al profesor, de quien tampoco se sabe si preguntó lo que era pertinente preguntar.

Al respecto, el profesor español Miguel Ángel Santos Guerra, hizo el siguiente planteamiento: “Curiosamente, el alumno es la pieza inferior dentro de la escala jerárquica de la institución. Políticos, rectores, decanos, Directores de Departamento, Profesores y alumnos: esa es la escala en orden descendente. Solamente, se evalúa la última pieza del sistema. Este hecho no es casual. Todos tienen influencia en el logro de las pretensiones formativas, pero solamente uno es evaluado de manera inexorable. Y es evaluado a través de un proceso que tiene consecuencias. ¿Qué sucede si no han aprendido por culpa de la institución o del profesor  o del rector?”.

Aun así, nuestros estudiantes, buenos, regulares o malos, serán administradores, economistas, abogados, médicos e ingenieros o fundarán empresas, harán las leyes, impartirán justicia, serán candidatos de elección popular y votaremos por ellos.


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