miércoles, 29 de julio de 2020

MISCELÁNEA 14 07 2020


 

 

Por James Cifuentes Maldonado

 

Hace un año bauticé con el nombre de “Miscelánea” este espacio de opinión que se me permitiera en el desaparecido periódico LA TARDE y que luego me dejaran continuar en la nueva era de EL DIARIO de Pereira. Vengo escribiendo siempre los miércoles, casi sin falta, desde hace más de un lustro, cuando empecé a ocupar el lugar que lentamente fuera dejando el médico Julio Sánchez Arbeláez, por motivos de salud; algo muy especial para mí, por lo que significó ocupar la tribuna de uno de los más avezados y curtidos en el oficio, que hizo célebre la tradicional “Minicolumna de Medusa”.

 

Ponerle nombre a una columna es un privilegio que está reservado para quienes se han forjado un sitio importante en las lides editoriales, con ejemplos de gran estatura que se me vienen a la cabeza como La Columna de D'Artagnan de Roberto Posada en El Tiempo, el siempre inteligente y divertido “Postre de Notas” de Daniel Samper Pizano en la Revista Carrusel, o, a nivel más parroquial, los célebres “Cantos de Maldoror” de Miguel Álvarez de los Ríos, las urticantes “Herejías” de Juan Manuel Buitrago y el “Escampavía” de Juan Guillermo Ángel.  Por consiguiente, tratar de emular a esos virtuosos de la pluma no deja de ser sumamente pretensioso.

 

Pero debo confesar que la Miscelánea no surgió por motivos muy trascedentes sino por física pereza de buscarle título a mis textos, esfuerzo que cada semana se me hacía descomunal e incluso más engorroso que escribirlos. El impacto de una columna de opinión depende del titular, el cual invita inmediatamente a leerla, cuando es sugestivo, o lleva a descartarla si no nos dice nada. Ahora, además de ser una comodidad, es un riesgo, porque dar un nombre habitual a un espacio editorial supone la confianza de que existen lectores asiduos que siempre lo buscarán, con la curiosidad de conocer los contenidos, lo cual representa el cielo para quienes nos arriesgamos a expresar lo que pensamos.

 

No es menor la admiración que siento entonces por los columnistas que se la juegan por titular de manera diferente sus aportes cada semana, como lo hacen Luis García Quiroga, Alfonso Gutiérrez Millán, Ernesto Zuluaga, Martha Elena Bedoya, Adriana Vallejo o Julian Cárdenas, entre otros, muy calificados opinadores con los que suelo informarme y educarme.

 

PDTA. Sobre las ejecutorias en los 6 meses de la actual administración, que no son pocas, solo diré que, a pesar de que gran parte de la gestión se ha  volcado a los desafíos que trajo el COVID-19, el alcalde Maya ha sabido sacar adelante el componente estratégico de la ciudad y le ha puesto el pecho a las situaciones difíciles, como las suscitadas en las actuaciones de algunos de sus colaboradores, ratificando, como lo hizo en reciente rueda de prensa, sin necesidad de que se lo preguntaran, la confianza que tiene en el buen desenlace de las investigaciones. Al parecer, al alcalde no le gustan las cuerdas pisadas.

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