miércoles, 28 de diciembre de 2022

2022 - Balance de un año, para Colombia histórico, para Pereira inolvidable

 

Por James Cifuentes Maldonado 

 

Para opinar en 2022 ya no hay mañana, este año se acabó y hay que ir sacando el diablo, botando lo que no sirve, haciendo la catarsis y abriendo espacios, tanto físicos como mentales, para recibir lo que nos deparará el nuevo año.  

 

El 2022, a pesar de las nubes grises generadas por la guerra en Ucrania y los rezagos de escasez que nos dejó la pandemia, nos sirvió para consolidar la reactivación económica a nivel local y nacional, confirmando la regla de que con las crisis sobrevienen las oportunidades. 

 

Dicen que lo peor no ha pasado, que la amenaza de recesión no ha desaparecido, pudiendo ser que en el 2023 se den todos los ingredientes para la tormenta perfecta, esto es más guerra, más desempleo, más inflación, mayor inestabilidad social, sin hablar de los efectos del calentamiento global que enloquece el clima cada vez más, con una época de lluvias que ya completa 2 años en Colombia, con las playas  literalmente congeladas en esta Navidad en Nueva York y las víctimas que va dejando la crudeza de la naturaleza.  

 

Asumiendo entonces que la pandemia en 2022 ha sido un tema superado, debo referirme al escenario político en Colombia donde, sin duda alguna, el protagonista del año ha sido el presidente Gustavo Petro, que logró voltear la torta e invertir la polaridad en el eje del poder. La Colombia Humana como expresión de la izquierda democrática logró instalarse en la Casa de Nariño el 7 de agosto y a partir de esa fecha ha sucedido de todo.  

 

En primer lugar, se derrumbó el mito de que al otro día de elegido Petro la mitad de la Colombia pudiente abandonaría el país; eso no ha pasado y en términos generales, para bien y para mal, las cosas han ido marchando dentro de los canales institucionales, aunque con otro estilo y otros protagonistas.    

 

La frase de batalla que más me irritaba de la derecha en campaña era aquella que decía que con Petro habríamos de volvernos como Venezuela, y si bien eso no ha sucedido, por la forma en que este gobierno se comporta, no podemos descartarlo en el mediano o largo plazo.  Lo digo porque así me lo hacen temer lo discursos sobre la economía popular, las concesiones a la denominada “Primera Línea”, las improvisaciones en la designación de algunos cargos como el Ministerio de Minas y el ICBF, además de muchas otras incongruencias de las que el gobierno parece no ser consciente, porque no ha salido del éxtasis de haber ganado las elecciones.  

 

Este escenario raro, confuso, ha sido útil para confirmar que la izquierda no estaba preparada para gobernar y que tiene un desafío muy grande para crecer y mantenerse, respetando la democracia y la institucionalidad, esperando que no ceda a la tentación de adoptar medidas de facto para perpetuarse en el poder, pero al mismo tiempo ha sido oportuno para que la derecha y la dirigencia tradicional se miren al espejo de las torpezas y vicios de este gobierno, algunas iguales a las suyas, para que cambien las formas y la estrategia y formulen una propuesta seria y reposada que conquiste nuevamente a las mayorías.  

 

Pero definitivamente, 2022 quedará grabado en la memoria de todos los Pereiranos, por el evento que nos sigue aguando lo ojos y acelerando el corazón, Deportivo Pereira Campeón.    

 

FELIZ AÑO. 


martes, 20 de diciembre de 2022

Qatar, el Mundial que nos cayó gordo ... porque no clasificamos.

 


Por James Cifuentes Maldonado  

 

Aun con el efecto continuado que nos dejó el guayabo y el despecho de haber sido eliminados de Qatar 2022, respirando por la herida, muchos pelamos el cobre diciendo que ese mundial no nos interesaba, que ¡qué pereza! un evento concebido en la corrupción y en los sobornos, para satisfacer el capricho de una familia rica en una nación que ni en 3 generaciones se gastará la fortuna que tiene.  Y parece que, por un lado, teníamos razón, porque, acabado el certamen, las raíces y los tentáculos del escándalo parecen profundizarse, al punto de tener ya parlamentarios europeos involucrados, acusados de favorecer ya no el mero interés de Qatar en el futbol sino en cuestiones políticas y económicas de más hondo calado.  

 

En lo que sí estábamos equivocados los amargados que no queríamos ver el mundial esta vez, por rabones y reveceros, era en que, al margen de donde se haga un Mundial de Futbol, ese es y será un espectáculo imperdible, y que así fuera por el mero experimento de demostrarnos todo lo que el dinero puede lograr, los cataríes se lucieron en todos los sentidos, siendo tan suertudos de que el principal protagonista de la fiesta, es decir el juego, emergió a borbotones, con encuentros electrizantes y con resultados insospechados, en la rebelión de los chicos como Marruecos, que dejó en el camino a España y la sorpresa de la eliminación de Brasil en cuartos de final a manos de Croacia.  

 

Para rematar, la final perfecta, Francia con el poder de Mbappé y la Argentina de Messi en la antesala de la consagración. 

 

Igualmente, por despecho, por esa tuna que nunca nos hemos podido sacar, muchos, como yo, dijimos que nos volveríamos franceses, aunque al final reconsideramos, por la dignidad sudaca y caímos rendidos ante la calidad, la solidez y el temperamento de los gauchos que les valió para alcanzar su tercer título y estallar la Avenida 9 de julio y hacer temblar el Obelisco en Buenos Aires, aun con el fastidio de ver al pelmazo de Emiliano Martínez alias “el dibu” hacer su acostumbrado show de grosería.  

 

Cuando terminó el que yo considero el mejor partido de la historia, me quedé rumiando los sabores que en mi boca quedaron con el Mundial Qatar 2022, con algunas frases que publiqué en mis redes y que ahora les comparto.  

 

Sin complejos; el fútbol es para La Argentina lo que el ciclismo es para Colombia, la ÉLITE; lástima que las grandes vueltas no sean tan masivas y tan taquilleras como un Mundial.”   

Para mí lo mejor del Mundial de Qatar es que ya se acabó y que los colombianos volvemos a la carrera de clasificar a Estados Unidos - Canadá y México en 2026.”  

Mbappé tiene toda la razón, en todas las variables el fútbol europeo es el mejor del mundo, como ligas y como naciones, lo que pasa es que Brasil y Argentina hacen la excepción.”  

A Argentina, en el fútbol, lo que le sobra en talento y calidad le falta en gallardía; allá el único Gallardo es “El Muñeco”.  

Messi, redondea su carrera, sólo eso para celebrar. El campeón del mundo habla español, con soberbia gaucha y acento italiano, con ese ardor que rompe la unanimidad suramericana.” 

 

Como dijera nuestro sabio Pambelé, “es mejor ser rico que pobre” y eso Qatar lo tiene muy claro, con sus fastuosos estadios y sus ciudades hechas a la medida.