Por James Cifuentes M.
La
agitada campaña que acaba de concluir generó desgaste en la opinión pública y
unas ganas tremendas de cambiar de tema, máxime cuando ya huele a marrano, natilla
y buñuelos; sin embargo, apelo a la paciencia de los lectores, para hacer la apreciación
de lo sucedido el pasado domingo en nuestra comarca.
Nuevamente
el gran ganador de los comicios ha sido la apatía de las personas que no votan,
que ni siquiera inscriben su cédula y viven de espalda a la democracia,
fenómeno que nunca acabaré de entender. La mayoría de los abstencionistas
anteponen como motivo el desprestigio de los políticos, pasando por alto que
con su indiferencia facilitan la continuidad de los malos dirigentes.
Sorprendente
pero grato, lo logrado por Alejandro García, un joven quien, sin mayores
recursos y sin las maquinarias tradicionales, conquistó el gusto de más de 27
mil almas que se apartaron de la polaridad que invitaba a tomar partido entre
los que punteaban en las encuestas. Resulta refrescante que emerjan expresiones
como esta, que uno siente genuinas y sobre todo libres. Ojalá que Alejandro
administre en buena forma el capital de opinión obtenido y, a futuro, se consolide
como opción para la ciudad.
Comparados
con los 126 mil votos de su antecesor, los 60 mil del alcalde electo, Carlos
Maya, parecieran poco, pero no nos engañemos, es una votación inmensa, lograda
en circunstancias muy diferentes a las de 2015, cuando prácticamente hubo
unanimidad en el respaldo al proyecto del Cambio; hoy el Cambio es una
realidad, por lo hecho por Juan Pablo Gallo y ha fijado un nuevo estilo de actuar,
con unos mínimos con los que debe contar quien en lo sucesivo aspire a regir los destinos de Pereira.
Mauricio
Salazar, si no cambia de parecer, será el flamante concejal de los 55 mil
votos, que le confieren gran responsabilidad y protagonismo en la conducción de
la ciudad en los próximos 4 años. Semejante resultado indica que ese candidato
tenía todo para conseguir la victoria; hizo una campaña larga, con promesas
sensibles y azucaradas, pero equivocó el camino al permitir que su equipo se
empeñara en una estrategia basada en el ataque y en la destrucción de su
principal competidor; ahí queda una lección aprendida; la gente se mamó de eso.
Con
alegría recibo el remezón en el Concejo Municipal, con la llegada de nuevas
figuras como Camilo Montoya, Joan Manuel Ríos, Daniel Zuluaga, Edwin Quintero,
Jaqueline Fernandes y Anderson Gutiérrez.