miércoles, 12 de octubre de 2022

Pereira, una visión de corto plazo.


 Por James Cifuentes Maldonado 

 

Gran inquietud me genera el desarrollo de la alternativa de movilidad hacia Cerritos a través del proyecto que la administración tuvo a bien llamar Avenida de Los Colibríes. En buena hora se tomó esta determinación para empezar a poner al día el enorme atraso que en materia de infraestructura tiene nuestra ciudad, en la que, si la Avenida 30 de agosto o Las Américas se ven interrumpidas, colapsa toda el Área Metropolitana, lo cual no es un inconveniente menor, considerando el auge que ha tomado el turismo en el Eje Cafetero, con epicentro natural en Pereira, por la equidistancia a todos los lugares atractivos que hay por esta región. 

Muy animado por el desarrollo que significa la vía, no solamente como solución de movilidad hacía esa nueva Pereira que se construye en Cerritos y que algún día se confundirá con la Virginia y Cartago, sino además por la valorización, desde el pasado mes de abril empecé a caminar por los lugares a intervenir en el sector comprendido entre los Bulevares y el Tigre, notando cierto progreso en el movimiento de tierras y luego y visualizando el trazado de la rotonda a la altura del Liceo Inglés.   Sin embargo y a pesar de que estaba previsto que el primer tramo estuviera concluido para entregarlo como regalo el 30 de agosto, ello no fue posible, entiendo que por la ola invernal y especialmente por situaciones no resueltas con la negociación de los predios. 

A la fecha y aunque ya hay un avance significativo, no pareciera que ese primer tramo pudiera estar listo para el cierre del presente año, lo que nos lleva a preguntarnos entonces ¿para cuándo estaría lista la segunda fase? 

Vi la entrevista que mi colega Luis García le hizo al médico Michel Medina, vocero de la veeduría que se constituyó con ocasión de la obra, quien nos refrescó la memoria y nos dejó hondas preocupaciones.  Nos recordó el Dr. Medina: Que desde hace 20 años se había visionado la denominada Avenida Sur-Sur, que partiría igualmente desde el Tigre, pasaría por detrás de lo que hoy es San José de las Villas y de los condominios El Cairo y Sabanitas y desembocaría en la Variante Condina y que para esa iniciativa ya se habían identificado los predios que se verían afectados e incluso se habían previsto las cesiones. 

Si la cosa es como la plantea la veeduría ¿por qué carajos nos metimos en la enguanda de entrar a Cerritos con una avenida con las especificaciones de ancho que tiene Los Colibríes, por una zona tan consolidada urbanísticamente, con las implicaciones en costos que ello tiene luego de la revaluación catastral? Esto, sin ahondar en el impacto ambiental.  

Yo sé que el señor alcalde estaba pensando en grande, pero en este caso, pensar en grande, como se lo merece y lo exige la ciudad, era de una vez meterle el diente a la Sur-Sur e implementar Los Colibríes, como una conexión y un corredor alterno menos costoso y menos invasivo. 

Hace 40 años, hubo un barrio que tuvo avenida doble calzada y calles antes que casas y habitantes, ese barrio es la ciudadela Perla del Otún. Me pregunto ¿era mucho pedir planificar y construir el nuevo Cerritos como se planificaron y se construyeron los 2500 lotes?  

Y mejor no hablemos de la mini glorieta de Corales, para que no nos dañemos el día.